
Malabo, 29 de junio 2025
Los clubes africanos vivieron una participación desafiante en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025, celebrada en Estados Unidos. Sus cuatro representantes —Wydad Casablanca, Al Ahly, Mamelodi Sundowns y Esperance— fueron eliminados en la fase de grupos, tras conseguir solo dos victorias en 12 partidos.
Aunque los resultados reflejan un bajo rendimiento colectivo, la realidad es más compleja. La actuación africana expuso un continente con talento abundante, pero aún limitado por deficiencias estructurales, falta de inversión y preparación desigual. Cada equipo se enfrentó a gigantes del fútbol europeo y sudamericano como Manchester City, Juventus, Borussia Dortmund, Flamengo y Palmeiras, clubes respaldados por décadas de infraestructura, desarrollo y recursos.
Las condiciones previas al torneo también influyeron. El Wydad llegó en medio de una crisis institucional; el Esperance ya mostraba señales de debilidad desde la competición continental; Al Ahly arrastraba el desgaste de una temporada extenuante; y el Sundowns aún no se reponía de su derrota en la final de la Liga de Campeones de la CAF.
A pesar de las dificultades, hubo momentos que invitan al optimismo. El empate 4-4 de Al Ahly ante el Oporto marcó un hito histórico: fue la primera vez que un equipo africano anotaba cuatro goles contra un rival europeo en esta competición. El Sundowns, por su parte, ofreció un fútbol ofensivo y valiente ante el Borussia Dortmund, cayendo apenas por 4-3. El Esperance venció 1-0 al LAFC, mientras que el Sundowns sumó la segunda victoria africana al imponerse 2-1 al Ulsan Hyundai.
Incluso el Wydad, pese a perder 2-0 ante el Manchester City, mostró una primera parte competitiva y estuvo cerca de igualar el marcador antes de ceder ante la superioridad del campeón inglés.
Sin embargo, estos destellos no ocultan la brecha estructural. El valor de mercado de los clubes africanos —Al Ahly (50 millones €), Sundowns (35 M€), Esperance (20 M€) y Wydad (18 M€)— palidece frente a los presupuestos de sus rivales. En el fútbol moderno, la inversión en infraestructura, ciencia deportiva, cantera y redes globales de scouting es clave para competir al más alto nivel.
Más allá de los resultados, la gran pregunta es si las autoridades futbolísticas africanas sabrán extraer lecciones de esta experiencia. La eliminación temprana no es nueva, pero cada edición del torneo refuerza la urgencia de una transformación profunda.
El agotamiento físico y mental, los calendarios saturados y la falta de profundidad en las plantillas también pasaron factura. Mientras los clubes europeos enfrentan retos similares, lo hacen con mayores recursos y mejores herramientas de gestión.
La Copa Mundial de Clubes 2025 ha dejado claro que los clubes africanos no están lejos de ser competitivos de forma sostenida. Pero para lograrlo, es imprescindible cerrar las brechas fuera del campo: mejorar la gobernanza, invertir en desarrollo a largo plazo, profesionalizar las estructuras y establecer alianzas estratégicas.
Este torneo no debe ser recordado solo por los marcadores, sino como un punto de inflexión. Un llamado a reimaginar el fútbol africano, a construir sobre el talento existente y a transformar el potencial en resultados duraderos. Hasta entonces, momentos como el de Al Ahly ante el Oporto o la valentía del Sundowns seguirán siendo destellos aislados en una historia aún por escribir.
Fuente: www.africasoccer.com
REDACCIÓN