Malabo, 05 septiembre 2025
El fútbol no es solo cuestión de suerte o resultados ajenos. También es entrega, estrategia, sacrificio y mentalidad. Y eso es precisamente lo que necesita ahora el Nzalang Nacional, creer en sí mismo, trabajar con inteligencia y ganar con méritos propios y deportivos como viene haciendo hasta ahora.
La victoria sufrida pero valiosa ante Sao Tomé (2-3) y la caída inesperada de Namibia en casa ante Malawi (1-2) han abierto un nuevo panorama y Guinea Ecuatorial vuelve a tener una oportunidad real para luchar por la clasificación. No es un regalo,es una segunda vida ganada con esfuerzo y coraje. Y ahora, el destino está en nuestras manos.
Con tres partidos por jugarse y una tabla muy apretada, el Nzalang necesita sumar al menos 7 puntos: ganar dos partidos y empatar uno. Aunque el escenario ideal sería ganar los tres encuentros restantes. De esa forma, no hará falta mirar lo que hagan Namibia, Liberia o Malawi. La clasificación se lograría por mérito deportivo y no por combinaciones de resultados.
Esto es fundamental. Clasificar porque se luchó cada balón, porque se ganó con convicción, porque se corrigieron errores… tiene un valor mucho mayor que entrar por la puerta de atrás esperando favores del calendario. El Nzalang tiene plantilla, cuerpo técnico y afición para lograrlo.
La verdad es que nos hace falta más solidez defensiva, no se puede aspirar a grandes cosas recibiendo goles como los sufridos ante Sao Tomé. El equipo necesita orden atrás y menos errores individuales.
No basta con momentos de inspiración. Hay que mantener el nivel durante los 90 minutos, sin desconexiones, hay que creer que sí se puede. El grupo ha mostrado espíritu de lucha, y eso debe reforzarse aún más en esta recta final.
Aprovechar el bajón de los rivales directos: Namibia ha perdido fuerza, Liberia es irregular, y Malawi aún wtiene que enfrentarse a equipos duros. Es momento de aprovechar ese desgaste.
El técnico Juan Micha ha logrado mantener unido a un grupo que, pese a las dificultades, sigue soñando. Y ese sueño no es una ilusión vacía: es una meta alcanzable si se siguen haciendo bien las cosas. El apoyo de la afición también será clave. El jugador número 12 debe estar más presente que nunca.
Por: Ezequiel Ntugu Esono
